Entendemos
por ocupación como aquellas actividades que realiza la persona cotidianamente y
que está nombrada por una cultura. Son actividades significativas, que tienen
un valor personal para el individuo. Son experiencias subjetivas que otorgan un
sentido a la actividad que está siendo realizada. Por ello, ese sentido va estableciéndose
un significado, que es construido social y culturalmente dentro de una
sociedad. De este modo, el individuo coopera con la vida social de su
comunidad.
La
ocupación tiene lugar cuando una persona realiza una actividad determinada en
un entorno físico, temporal y sociocultural, donde se establece una interacción
mutua.
Muchas
de las tareas que llevamos a cabo diariamente, se produce una interacción con
el grupo social, por lo que las personas actúan con ese grupo social tienden a
adquirir unas características semejantes. Por ello, trae consigo un importante
desarrollo en el rol de cada persona.
En
cuanto a los conceptos cultura y sociedad y su relación con la ocupación, es
cierto que cada uno de los individuos que pertenece a una sociedad realizamos
actividades similares, donde están determinadas por la cultura donde desempeñan
dichas actividades. Por ello, cada cultura define una serie de actividades que
llevan a cabo sus participantes que son denominados actores sociales dentro de
una cultura y una sociedad, para así adquirir un rol determinado.
En
el siguiente diagrama, se explica cómo dentro de una cultura el actor social
realiza una actividad que establece una
ocupación que le otorga un significado, que a su vez está influenciado por la
cultura.
En
cuanto a la relación con nuestra disciplina, la terapia ocupacional tiene un
componente social, por tanto en su práctica debe analizarse de forma minuciosa,
teniendo siempre en cuenta la parte objetiva y subjetiva de la realidad social
de la persona, como también la visión del terapeuta. Por eso, debemos de
respetar la experiencia personal del individuo, la sociedad que lo rodea y la
cultura en la que se encuentra. Valorando también su modo de pensar, actuar, y
sobre todo su motivación.
La
motivación debe salir del propio individuo, y para ello debemos indagar en su
cultura, consiguiendo adaptar los programas o actividades terapéuticas tengan
sentido para el usuario.
Bibliografía: Núñez Paz A. Ocupación, cultura y sociedad: el
entorno social y cultural como clave para el éxito de la terapia ocupacional.
TOG (A Coruña) [revista en Internet]. 2012. [30-11-2013]; monog. 5: [32-43].
Disponible en: http://www.resvistatog.com/mono/num5/clave.pdf
Kronenberg
F, Simó S, Pollard N, Terapia Ocupacional sin Fronteras. Ubicación en el
contexto: cultura, inclusión y terapia ocupacional. Madrid: Panamericana; 2007.
P. 127 – 140.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario